Vuelve a nacer sobre la pared blanquecina
Su sombra baila con la luz,
llegando a un acuerdo, o más bien,
resignándose ante ella.
-Sin ti no soy nada-
La silueta negra no cambia,
solo es un poco más grande,
ahora que él se siente cada vez más pequeño.
Salta sobre los meses,
y se pierde en las noches de guardar.
Las losas del tiempo se apilan en su habitación,
no hay momento de ordenar los ríos que surgen sobre sus mejillas.
Impasible al sol que se acomoda en su piel,
se escabulle del bullicio de mirlos en la lejanía.
Vuelve a morir sobre la pared blanquecina.
Paula